Diagnóstico por Imágenes (DI) es una especialidad médica que desde su origen depende de la tecnología, y de la información que ofrece dicha tecnología sobre el estado de salud o enfermedad de los pacientes.
Los radiólogos son especialistas que han estado permanentemente en las fronteras de los avances de la electrónica e informática. Inclusive han sido de los primeros en adoptar el uso de las computadoras en las tareas médicas cotidianas.
La digitalización de documentos médicos en la mayoría de las instituciones comenzó por el departamento de imágenes, con la transición de las imágenes e informes impresos a los PACS y RIS respectivamente, y su integración posterior a la historia clínica electrónica.
No hay dudas que DI es una especialidad atravesada por los avances tecnológicos, y en ese sentido, nuevamente tenemos la posibilidad de utilizar herramientas de la computación para mejorar la atención de los pacientes, la Inteligencia Artificial (IA).
En DI su aplicación resulta natural, dado que es una especialidad fundamentada en datos, los que se producen por los equipos que adquieren imágenes, y los elaborados posteriormente por los profesionales. Los especialistas integran los datos con la clínica y el laboratorio de los pacientes, a través de su conocimiento y experiencia, convirtiéndolos en información diagnóstica.
En este ecosistema, la aplicación de IA puede agregar valor a la producción de información que realizan los profesionales, al ser utilizada por ejemplo para detección y clasificación de lesiones, segmentación de tejidos, automatización de procesos repetitivos, estratificación de prioridades de análisis, etc. Se menciona IA en diversos ámbitos, profesiones, especialidades, y en la vida cotidiana en general. Pero, ¿estamos aprendiendo los radiólogos cómo trabajar con IA, cuáles son sus fundamentos y utilidad práctica en el flujo de trabajo?
En la SAR hemos creado un capítulo dedicado a IA, con el objetivo de aprender a utilizar la IA para favorecer el diagnóstico de los pacientes.